El costo que nadie asume: la tarifa de agua

Para el ingeniero Jesús Campos López, consultor y expresidente de la Asociación Mexicana de Hidráulica; el reto para los prestadores de servicios de agua potable y saneamiento es más que claro: prestar un buen servicio, invertir en infraestructura, incrementar la eficiencia y contar con tarifas autosuficientes

Por Martha Cotoret

Cuando se le pregunta al ingeniero Jesús Campos López, ¿qué se requiere para tener un servicio de agua potable eficiente en México?, su respuesta es:

“Se debe trabajar en reducir las pérdidas físicas e incrementar la calidad del servicio. La información que maneja la Asociación Nacional de Entidades de Agua y Saneamiento de México (ANEAS), es que la prestación de servicio de agua potable a nivel nacional tiene una eficiencia global del 42 por ciento promedio. Significa que el 58 por ciento no se cobra por fugas en redes, tomas clandestinas o falta de pago”.

Por otro lado, el especialista señala:

“Invertir en nuevas fuentes de abastecimiento en aquellos sitios en donde las fuentes originales se han visto agotadas o el crecimiento poblacional lo exige”.

“Ejemplo de la disminución en la disponibilidad de las fuentes de abastecimiento es el Valle de México: antes se contaba con un gran número de lagos y sus acuíferos estaban saturados. Sin embargo, la demanda de la gran urbe ha significado usar más agua de la que se recarga, teniendo como resultado la sobreexplotación del acuífero, la desaparición de lagos y manantiales, y el hundimiento del Valle con las consecuencias de daños a la infraestructura”.

ampos López es un especialista sobre el agua y sus necesidades. Su currículum ha incluído cargos como:

Subdirector de Infraestructura Hidráulica y Urbana, Jefe de la Unidad de Agua Potable y Saneamiento de la Comisión Nacional del Agua; Director de Construcción de la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos, Presidente de la Asociación Mexicana de Hidráulica, Vocal y Vicepresidente del Colegio de Ingenieros Civiles de México.

En entrevista con Agua y Saneamiento, abunda sobre las necesidades de la eficiencia.

“¿Qué se necesita? hacer una planeación de mediano y corto plazo y admitir que se tiene que trabajar en la recuperación de las pérdidas de agua en la red. No invertir en estos conceptos y traer agua de otras fuentes -que en muchas ciudades del país ya se requiere- implica inversiones en infraestructura que se aprovecharía únicamente con la eficiencia del 42 por ciento a nivel nacional”.

“Lo anterior obliga, a que de manera inmediata se invierta en las fugas, en la sectorización y en el mantenimiento de la infraestructura disponible para mejorar el servicio de agua potable y saneamiento en beneficio de la población de los prestadores de servicios, que a su vez, les va a permitir tener mayores ingresos para afrontar las necesidades ya descritas”.

NUEVA INFRAESTRUCTURA

Las fuentes de agua se han visto disminuidas. Tendremos que buscar nuevas alternativas. ¿Cuál es reto?

Para el ingeniero Campos López, se tiene que trabajar en paralelo en varias líneas de acción; no solamente en más infraestructura. Por ejemplo, en incrementar la recaudación con todo lo que antes se ha dicho respecto a mejorar la eficiencia. La nueva infraestructura lleva consigo nuevos costos que seguramente no se podrán atender si no se corrige la recaudación.

“Quien recibe el servicio de agua potable en su casa tiene que pagarlo, siendo el cobro más eficiente, a través del agua que cada quién consume. No es conveniente tener tarifas por metro cúbico sin considerar el volumen de consumo. Pensaría que los primeros 5 metros cúbicos, suficientes para atender las necesidades básicas de una familia, deben tener un costo accesible y en la medida que incremente el consumo, la tarifa debe incluir los costos reales de la prestación del servicio”.

“Es más conveniente cobrar el agua por el servicio, que a través de impuestos. Lo que hemos venido haciendo los últimos años, es que la prestación del servicio se paga a través de impuestos: muchas veces los municipios, y a veces el estado, tienen que subsidiar a los prestadores de servicios en virtud de que sus ingresos son menores que sus egresos”.

“Por otro lado, y con la información que cuenta ANEAS, a eso se agrega otra situación: el costo que asumen los propios sistemas operadores del país. El mayor impacto en los organismos operadores es la tarifa eléctrica, que en los últimos años ha tenido un incremento de hasta un 70 por ciento. En promedio nacional, de los costos de operación, la energía significa el 50 por ciento. Haciendo un cálculo simplista, las tarifas de agua, solamente por este concepto, tendrían que incrementar el 35 por ciento. Y repito, no repercutirlo en las tarifas, significa no obtener ingresos suficientes y recurrir a otras fuentes de subsidio para afrontarlo”.

“Cuando los organismos operadores se lo plantean al presidente municipal y éste escala el tema hasta los congresos locales, no quieren aprobar el aumento de tarifas. Entonces, el resultado es que cada día los servicios de agua potable y alcantarillado se vuelven más deficientes por la falta de infraestructura”, manifiesta.

¿LA INICIATIVA PRIVADA ES UNA OPCIÓN COMO FUENTE DE INVERSIÓN?

Sí, ya que se requieren grandes inversiones, afirma Campos López. “El Presupuesto de Egresos de la Federación en materia de agua se ha visto disminuido en los últimos años. ¿Qué te queda?, el incremento en recaudación por el pago del servicio y el financiamiento y/o participación del sector privado. No veo ningún obstáculo en que participe con inversiones. El gobierno federal, estatal y municipal deberá tener una regulación clara de la participación privada”.

“El problema no es quien preste el servicio para que sea eficiente: hay organismos operadores que dependen del municipio y/o estado a nivel nacional que son muy eficientes. En general, la estadística que se tiene es que hay poca continuidad en los directivos, lo que ha implicado falta de planeación de corto y mediano plazo, y desde luego, poca continuidad en las políticas públicas de los organismos operadores. Ante ello la participación del sector privado es una alternativa”.

“Si vemos al agua como un tema político, difícilmente podemos pensar en que los servicios sean eficientes, y por ende, la población cada día tendrá menor disponibilidad; con independencia que tenga la toma domiciliaria. La tarifa se debe despolitizar”.

Hay organismos operadores, ejemplifica Campos López, donde existen consejos de administración conformados por académicos, organizaciones no gubernamentales, la sociedad civil, y desde luego, el presidente municipal. El consejo tiene un presidente y un director y en conjunto todos definen las tarifas a aplicar para ser sometidas al Congreso del Estado quien otorga su aprobación final.

“Entonces se tendría que pensar en esquemas en donde el presidente municipal no sea quien someta por unanimidad el mantener o aumentar las tarifas al Congreso del Estado”, plantea.

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