Patricia Castañeda, una historia de amor al agua

Para conseguir su meta, Castañeda Miyamoto dejó a su familia desde los 15 años, vivió completamente sola, entrenaba en las piscinas más de siete horas al día con la finalidad de mejorar

Por Marco Sotelo

Respira profundamente, sus pies pisan firmes la plataforma de salida, escucha el timbre y lanza su humanidad a la piscina. Una, dos brazadas, viene la tercera; gira la cabeza, respira, patea con fuerza… Para Patricia Midori Castañeda Miyamoto, los Juegos Olímpicos de 2012 fueron la cúspide de su carrera deportiva, una que inició cuando tenía tan solo cuatro años de edad.

Su romance con el agua lleva 27 años, momentos buenos e instantes complicados se han disuelto con el tiempo. Patricia Castañeda se inició en la disciplina de la natación muy pequeña y reconoce que el agua es su elemento.

“La natación, el agua es mi pasión. Cuando descubres que el agua es tu elemento y que la natación es tu deporte, ya no quieres cambiar”, comentó la deportista y entrenadora originaria de la Ciudad de México, quien aún compite en categoría master en certámenes de aguas abiertas.

Patricia, quien tiene raíces japonesas, practica natación desde que tiene cuatro años de edad. Sus padres, Jorge Castañeda y Patricia Miyamoto Chong, se entregaron a cumplir el sueño de su hija: competir en unos Juegos Olímpicos.

“Comencé con ese sueño cuando tenía 10 años porque me tocaron ver los Juegos de Sidney 2000, donde vi a Ian Thorpe y todos los récords que se rompieron en ese entonces. Para mí eso fue impresionante”, dijo Castañeda, quien a esa edad ya era campeona del Distrito Federal (CDMX).

El largo camino a Londres

La nadadora capitalina participó en su primera Olimpiada Nacional a los 12 años, en 2002, donde ganó tres bronces. A los 16 años compitió en los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2006, en Cartagena de Indias, donde obtuvo un oro en los mil 500 metros estilo libre.

Tan solo un año después clasificó a los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro 2007, donde fue la primera mexicana de la historia en conseguir dos preseas de plata individuales de natación (400 y 800 metros libres) en dichas justas regionales.

Su meta estaba a la vista: los Juegos Olímpicos de Beijing 2008. Sin embargo, otra nadadora, Susana Escobar, fue mejor en la clasificación y Castañeda Miyamoto debió prepararse cuatro años más para llegar a Londres 2012.

“Para los Juegos Olímpicos, si tienes la ‘marca A’ pueden competir los dos nadadores con los mejores registros del país, pero si solo tienes la ‘marca B’ solo puede competir el nadador con el mejor récord. Para Beijing 2008 yo di la ‘marca B’ y Susana Escobar mejoró mi registro por ocho centésimas. Me tocó aventarme otros cuatro años de preparación para llegar a Londres 2012”, dijo la deportista y entrenadora.

A nadie le regalan un lugar en Juegos Olímpicos

Para Patricia Castañeda, la delegación mexicana que compitió en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 (disputados del 23 jul de julio al 8 de agosto de 2021 debido a la pandemia por Covid-19) han sido de los más criticados en la historia, ya que “los haters tomaron las redes sociales para expresar sus inconformidades infundadas”.

“Creo que en general hay un desconocimiento de los aficionados de lo mucho que se esfuerzan y sacrifican los deportistas de alto rendimiento. Nadie se va de vacaciones a unos Juegos Olímpicos, como llegan a decir algunos. Al contrario, tuviste que pasar por muchos sacrificios en tu vida para estar ahí”, comentó la egresada de la carrera de químico farmacobiólogo por la Universidad de Guadalajara (U de G).

Para conseguir su meta, Castañeda Miyamoto dejó a su familia desde los 15 años, vivió completamente sola, entrenaba en las piscinas más de siete horas al día con la finalidad de mejorar. Así como ella, muchos otros deportistas mexicanos tienen su propia historia para clasificar a los “Juegos” cada cuatro años.

“Como lo dijo Simone Biles (gimnasta estadounidense): ‘Somos personas, no solamente somos atletas’. Y a veces pasa que cuando eres un atleta tan solo eres un número más porque hay gente que te dice que tu responsabilidad es traer las medallas. A la gente que no lo ha vivido, le cuesta trabajo entenderlo de esa forma. A veces entrenas toda la vida para estar ahí”, consideró la nadadora olímpica, quien ya no entiende la existencia sin su elemento: el agua.

“Siempre me gustó el agua, la sensación de estar en el líquido y de inmediato sentí una conexión. En el agua me siento contenta y libre. Estar en el agua es una de las mejores sensaciones que hay. Me encanta, sé que voy a nadar toda mi vida”, opinó Patricia Castañeda Miyamoto.

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