y la perspectiva de género en la administración del agua
Por: Itzel Vázquez
Entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible, impulsados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se encuentra el que se refiere a la gestión hídrica y la perspectiva de género: ‘Agua limpia y saneamiento’.
La ONU Mujeres impulsa que se garantice la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todas y todos, mientras la UNESCO reconoce que “las desigualdades de género en el ámbito del agua son profundas y persisten en todos los niveles, con graves repercusiones en los esfuerzos internacionales para el logro del desarrollo sostenible”.
Por ello, es que ONU Mujeres trabaja de la mano con gobiernos y éstos puedan diseñar políticas y programas que respondan a las necesidades de las mujeres y apoyen servicios sostenibles.
“Esto incluye la adopción de medidas que faciliten el acceso al agua potable segura de manera que las mujeres tengan más tiempo para obtener ingresos, las niñas más posibilidades de asistir a la escuela, y la salud y la higiene familiar mejoren”, dice el documento del organismo.
En los últimos años las mujeres son cada vez más incluidas en los espacios en los que se toman decisiones trascendentales para el planeta. La participación de las mujeres en la gestión y administración del agua es indispensable en la agenda de México y el mundo.
La incorporación de las mujeres en este campo no solo es una cuestión de género, sino de sostenibilidad. Son la mayoría de ellas quienes sufren la falta de agua en los hogares y comunidades, principalmente rurales; son ellas las que se encargan de ir a recolectar el agua y acarrearla a sus hogares, sin embargo no son consideradas en la toma de decisiones con respecto a la manera en la que se debe emplear.
Actualmente, la mayoría de la administración hídrica está en manos de los hombres. En lo que refiere a las comisiones municipales y estatales de agua y saneamiento en México, la mitad del personal que ahí labora son mujeres, sin embargo, la mayoría ocupan cargos administrativos y no directivos.
Es necesario contar con datos desagregados para comprender mejor cómo se utiliza, gestiona y distribuye el agua. Al realizar un análisis, se podrá identificar y comprender los problemas y abordarlos con una perspectiva de género.
