Los recursos hídricos enfrentan grandes presiones en el planeta por el aumento del consumo y el incremento demográfico, principalmente en países que ya tienen limitaciones para acceder a agua potable y a servicios sanitarios adecuados
Por: Ing. Germán Arturo Martínez Santoyo
De acuerdo con la ONU, la población mundial crece a un ritmo de 80 millones de personas al año, lo que implica una demanda de agua dulce de, aproximadamente, 64 mil millones de metros cúbicos anuales.
Lo cierto es que el desarrollo social, económico y ambiental se encuentra estrechamente vinculado a la disponibilidad y al acceso del agua, tanto para consumo humano como para las diferentes actividades industriales y agrícolas de las naciones.
Buena parte de los avances de las sociedades del mundo, como la alimentación de millones de personas, la reducción de enfermedades, el crecimiento de las ciudades y el desarrollo de prósperas industrias, han producido un gran impacto en el ambiente.
De allí la importancia de contar con políticas de Estado que pongan a los recursos hídricos en el centro de la agenda ambiental, pero también de los temas sociales.
Lo anterior, hace necesario actuar con una visión de futuro que se implemente en el presente, incluyendo el desarrollo de infraestructura que garantice el derecho humano al agua y que incluya obras que contribuyan a la sustentabilidad del campo y del ambiente.
En esta administración, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) asumió la responsabilidad de ejecutar proyectos prioritarios para la Nación, que, con transparencia y orden en el ejercicio del gasto público, avanzan conforme a lo planeado, con el compromiso de beneficiar a quienes más lo necesitan.
Si bien, es cierto que se cuenta con un presupuesto más reducido que en administraciones federales anteriores, se avanza en el desarrollo de infraestructura nueva, así como en la continuación de obras de gran magnitud que se iniciaron y que no se concluyeron en gobiernos anteriores, varias de las cuales fueron detenidas por la falta de acuerdos con poblaciones afectadas.
Hoy, se desarrollan grandes obras que contribuirán a garantizar el derecho humano al agua y a impulsar el progreso social, como la rehabilitación y modernización del Acueducto López Mateos, en Calakmul, Campeche. Esta obra atiende la falta de agua potable, en particular de la zona de Xpujil, y en general, de todo el municipio de Calakmul.
En los estados de Coahuila y Durango se lleva a cabo el proyecto Agua Saludable para La Laguna, con la finalidad de asegurar agua en calidad y cantidad suficiente para más de 1.6 millones de habitantes, quienes también reducirán riesgos para su salud al aprovechar agua superficial de mejor calidad que la que consumen actualmente y que está demostrada su contaminación por arsénico.
En Sinaloa, la Comisión Nacional del Agua avanza también en el acueducto Picachos-Concordia, que, con una longitud de más de 33 km en su acueducto principal, y 49 km de ramales, permitirá el abasto de agua potable para más de 16 mil 500 habitantes.
Atendiendo al compromiso de trabajar por el bien de todos, principalmente por las comunidades que históricamente han sido relegadas, en especial los pueblos indígenas, también se desarrollan importantes proyectos dentro del Plan de Justicia del Pueblo Yaqui.
La presa Santa María, en Sinaloa, tendrá una capacidad de almacenamiento de 980 millones de metros cúbicos (Mm3), que suministrará agua para el riego de 24 mil 250 hectáreas, en beneficio de más de 2 mil 500 usuarios.
Uno de ellos, fue el intenso proceso de negociación y acuerdos que hizo posible la creación del Distrito de Riego 018. Es el primero en su tipo, al estar integrado únicamente por comunidades indígenas. Mediante la conservación y rehabilitación de la infraestructura hidroagrícola de la zona de riego, se alcanzará una capacidad máxima de 673 millones de metros cúbicos de agua, para regar más de 61 mil hectáreas de cultivos, que se incorporarán de manera progresiva.
En tanto, para atender la demanda de agua potable de más de 34 mil habitantes del Pueblo Yaqui, también se construye un acueducto que beneficiará a los ocho pueblos y las 50 comunidades que lo comprenden.
Asimismo, después de un histórico diálogo social con los pobladores de Temacapulín, Acasico y Palmarejo, se pudo continuar con el proyecto de la presa El Zapotillo, en Jalisco. Para ello, Conagua presentó una propuesta técnica que evitará la inundación de esas comunidades, como proponían administraciones anteriores. Al concluirse esta presa, se podrán suministrar hasta 3 metros cúbicos por segundo (m3/s) en beneficio de un millón 100 mil habitantes del Área Metropolitana de Guadalajara.
También, para atender una sentida demanda de la población de Nuevo León, que actualmente se ha visto impactada por la baja disponibilidad de agua, provocada por la sequía de los últimos años, el Gobierno de México apoya la construcción de la presa Libertad, cuyo objetivo es incrementar de forma directa el abasto de agua potable de 648 mil habitantes e indirectamente de 4 millones 200 mil habitantes de la Zona Metropolitana de Monterrey y 8 municipios foráneos.
Por otra parte, entre los proyectos hidráulicos a cargo de la Comisión Nacional del Agua que buscan detonar el crecimiento económico, se encuentra la presa Santa María, en Sinaloa. Este embalse tendrá una capacidad de almacenamiento de 980 millones de metros cúbicos (Mm3), que permitirán suministrar agua para el riego de 24 mil 250 hectáreas, en beneficio de más de 2 mil 500 usuarios. Y adicionalmente, tendrá la capacidad de generar 30 MWh de energía eléctrica.
En la misma región sur de Sinaloa, se desarrolla el proyecto de la zona de riego Picachos, la cual garantizará el desarrollo de cultivos en una superficie de 22 mil 500 hectáreas en beneficio de más de 3 mil 100 usuarios.
En Nayarit, continúa la construcción del Canal Centenario y su zona de riego. Esta obra compuesta por un canal principal, estructuras de control, redes de distribución y drenaje, así como caminos, permitirá incorporar al riego a 43 mil 105 hectáreas en beneficio de 7 mil 643 usuarios.
En el centro del país se desarrolla el Parque Ecológico Lago de Texcoco, en el Estado de México, uno de los proyectos de recuperación hídrica y ecológica más importantes para el equilibrio medioambiental de más de 14 mil hectáreas de terreno que ya fueron establecidas como Área Natural Protegida.
Los trabajos de conservación y mantenimiento en cuerpos de agua en la región permitirán la recuperación de lagunas y humedales con acceso al público, así como la regulación hidrológica de la zona, mejorando las condiciones y oportunidades de vida de los habitantes de la región.
Este proyecto tiene gran significado hídrico, ambiental, cultural y social, al estar asentado en un territorio que está en el centro de nuestra historia y que ha sido epicentro de grandes transformaciones geológicas, ambientales, biológicas y sociales. Con el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl como testigos, esta región vio el surgimiento, esplendor y caída de la gran ciudad de México Tenochtitlán.
Esta legendaria civilización se constituyo no solo en el señorío más poderoso de su tiempo, sino, además, en uno de las más admirables por sus obras monumentales y, sobre todo, por sus notables hazañas en ingeniería hidráulica, que hicieron posible construir un imperio donde antes no existía nada.
Y precisamente allí, donde en la administración anterior se proyectaba construir un aeropuerto que comprometía la vocación ambiental de toda esa región, hoy la Comisión Nacional del Agua lleva a cabo un proyecto que permitirá recuperar su vocación lacustre, en beneficio de la población de la zona metropolitana del Valle de México.
Es cierto que, como proclamó el eslogan del pasado Día Mundial del Medio Ambiente, tenemos una sola tierra, pero también tenemos una sola agua, que es finita y que requiere la colaboración de todos para recuperar su disponibilidad y calidad.
Con una visión social que aprovecha los mejores elementos técnicos y de ingeniería disponibles, hoy se avanza en obras hidráulicas para el beneficio de todos los mexicanos.
