“Debemos abrir todo ya”

LA EMPRESA C&E RESEARCH coloca a Miguel Barbosa en el primer lugar entre los 32 gobernadores del país por su desempeño frente a la Covid-19

Por Daniela Ricardo

Miguel Barbosa Huerta hablaba frente al micrófono colocado en una mesa de caoba desde la que todos los días ofrece una conferencia matutina para informar sobre las acciones de contención de la pandemia y otros temas.

Puebla se convirtió en el primer estado del país en abrir al 100 por ciento su actividad económica, lo que le granjeó el reconocimiento público. Pero la apertura tiene una larga historia de encuentros y desencuentros.

Por ejemplo, mientras el rockstar de la pandemia, Hugo López-Gatell, anunciaba que ya habíamos domando el Covid-19 en su segunda ola, la gestión barbosista prefirió la cautela y mantuvo las restricciones por varias semanas.

El tiempo le dio la razón al poblano: los contagios seguían a al alza y había el riesgo de que produjera un colapso del sistema sanitario.

Por voz del propio mandatario se sabe que la pandemia prácticamente la tuvo que enfrentar solo, sin apoyo para equipamiento al personal médico, para adquirir insumos y medicamentos; ventiladores mecánicos, la reconversión de hospitales; la distribución universal de alimentos para aquellas personas que no salir a trabajar significaba un día que no comerían.

EL PLAN MAESTRO

Así pues, Barbosa Huerta lanzó el Pacto Comunitario y los apoyos cayeron en cascada con recursos exclusivamente de las arcas estatales. Eso le dio la oportunidad de atender personalmente los focos rojos que padecía el estado y enfrentar a la poderosa industria automotriz que presionó hasta final para que liberaran las restricciones sanitarias.

Un caso ejemplar saltó a la vista de todos: el programa “Porque el agua es tu derecho”, un ambicioso plan de apoyo para 240 mil habitantes que viven en 64 mil viviendas en las zonas más pobres de la capital poblana zona metropolitana.

El programa se mantuvo vigente en las tres oleadas de la Covid-19 y hasta comunidades con alta dispersión poblacional todos los días surtieron el líquido con pipas de agua, repusieron hidrantes que fueron acaparados o robados y tinacos en juntas auxiliares.

Sólo en la primera fase se repartieron 10 mil 158 tinacos de mil 200 litros de forma gratuita y se ejecutó, en coordinación con piperos particulares, 11 mil viajes. Además, se instalaron 61 hidrantes grandes en once juntas auxiliares para abasto de la población. En cada hidrante se colocaron mantas para informar que es un programa público ajeno a partidos políticos u organizaciones.

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